La cancelación del desfile del 20 de noviembre en Uruapan en 2025 tuvo un profundo impacto tanto social como económico.
- El desfile es una tradición cívica que une a la comunidad, fomenta el sentido de identidad local y proporciona espacios de convivencia familiar y escolar. Su suspensión generó sentimientos de tristeza, frustración y miedo entre niños, jóvenes y adultos, pues el evento es símbolo de paz y normalidad.
- Muchas familias sintieron que perder el desfile es perder parte del tejido social y cultural de la ciudad. La decisión transmitió claramente el nivel de preocupación y vulnerabilidad en la población, pues representa la pérdida temporal de espacios públicos seguros.
- Se intensificó el ánimo colectivo por la exigencia de paz; surgieron marchas y expresiones públicas de reclamo por mejores condiciones de seguridad y justicia.

- Comerciantes, ambulantes, prestadores de servicios y negocios de alimentos que suelen beneficiarse del flujo de personas durante el desfile vieron afectadas sus ventas por la ausencia de asistentes.
- La cancelación redujo el movimiento económico en el centro de la ciudad y en zonas comerciales. Hoteles, restaurantes y tiendas esperaban una derrama habitual que no llegó, perjudicando la economía local.
- Para patrocinadores y organizadores, el evento también representa pérdidas en promoción y posicionamiento, ya que es una de las fechas con mayor exposición para las marcas locales.
La decisión de suspender el desfile por motivos de seguridad generó un fuerte impacto en la dinámica y el ánimo de la ciudad, mostrando la relación directa entre la convivencia social, la economía y las condiciones de seguridad pública.